La Feria de Basilea presentaba este año una novedad. Una obra de teatro compuesta por 19 obras de artistas plásticos. Dos de ellas hubieran encantado a nuestro gran poeta Joan Brossa. La primera , de Liam Gillick, baja el telón, de su color rojo (rojo intenso) habitual, sube,baja, se abre en medio dejando entrever un agujero muy sexual, y empieza a bailar con sí mismo. En la otra, de Olafur Eliasson, Echo House, el escenario se convierte en un enorme espejo que refleja a los espectadores. Nosotros,con nuestras toses y sonidos, hacemos la música o parte de ella.Porque hay musica: pequeños pitidos, grititos, sonidos casi imperceptibles. De repente un espectador grita UHHH! Y el otro: Bravo! Y descubres que la mitad de estos espectadores son reales y la otra mitad, actores. Fenomenal!
Recuerdo pues ahora que Brossa hizo piezas teatrales en los años cuarenta para deconstruir el propio acto teatral:piezas con una acción mínima,o con los puros elementos teatrales. Brossa fue un precursor genial de todas estas cosas que ahora vemos ; si se le mostrara más y mejor en el mundo civilizado, sería mucho más admirado y reconocido.
El espectaculo de la Feria de Basilea se llamaba “Tempo del postino “y duró tan sólo del 10 al 12 de junio Con la participación, entre otros,de Liam Gillick ,Philippe Parreno , Pierre Huyghe ,Doug Aitken , Dominique Gonzalez Foester….
Me reconcilié un tanto con el arte contemporáneo y con el teatro.
14.6.09